lunes, 19 de octubre de 2015

Glutamato monosodico

Glutamato monosódico

El glutamato monosódico es la sal de sodio del ácido glutámico (presente en la mayoría de los alimentos proteicos ya que es una proteína) y se obtiene a través de un proceso de fermentación a partir de algunos productos como la caña de azúcar o algunos cereales.
Luego pasa por un proceso de refinado hasta obtener el Glutamato monosódico puro.
Se compone de glutamato (ácido glutámico), agua y sal.
Se utiliza como aditivo saborizante o potenciador de aroma y ya tiene casi medio siglo de uso alimentario.

¿Con que otros nombres se conocen el glutamato monosódico?

El glutamato monosódico también se conoce como proteína hidrolizada, extracto de levadura autolizada o con el número E-621.

Glutamato monosódico y sabor UmamiUna curiosidad del glutamato monosódico es que da nombre a un nuevo sabor: El Umami que en japonés significa "gusto sabroso". Esto es consecuencia de que en unos receptores específicos de la lengua produce un gusto esencial muy particular. Hasta ese momento solo se conocía 4 gustos básicos o esenciales: dulce, salado, amargo y agrio.




¿El glutamato monosódico a favor o en contra de la salud? 


Estudios más recientes,  dicen que no hay ninguna reacción y que en todo caso estaríamos hablando de una reacción o alergia alimentaria como pueda ser a cualquier otro alimento.

Relación entre glutamato monosódico, exceso de apetito y obesidad

En cambio sí hay bastante unanimidad cuando hablamos de su efecto sobre el apetito.
El glutamato monosódico, según pruebas en animales, puede llegar a producir un apetito voraz (en concreto un 40 % superior) y ello conlleva que cuando comemos alimentos que lo contienen (aperitivos, salchichas, patatas fritas, snacks, etc.) tengamos la sensación de no poder parar. Este aspecto puede favorecer la obesidad ya que además hablamos de alimentos ricos en grasas y calorías.
Los estudios realizados en la Universidad Complutense de Madrid por Jesús Femández Tresguerres, director del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina, también irían en la línea de que el glutamato monosódico afectaría a partes e nuestro cerebro que regulan la sensación de apetito y saciedad.
También podría afectar la producción de la hormona del crecimiento que es responsable de que tengamos más músculo y no un exceso de grasa.
Las personas que dejasen de usar glutamato monosódico en su dieta podrían ver reducido su voraz apetito con lo cual les resultaría más fácil seguir una dieta y perder peso.




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