lunes, 21 de diciembre de 2015

Blefaroespasmo

El temblor en uno de los párpados recibe un nombre: Blefaroespasmo. Son pequeños espasmos involuntarios de los músculos del párpado que se deben por lo general, a estos factores básicos: 
  • El estrés: cuando estamos sometidos a una situación de alta presión, nuestros nervios cambian su actividad. El organismo se mantiene alerta y a la defensiva. De hecho, no podemos olvidar que el estrés como tal es una reacción que nos advierte de un peligro, y la respuesta general sería escapar. Así pues, los nervios se tensan, en especial los faciales y craneales. De ahí este temblor e incluso los dolores de cabeza. 
  • Pasar mucho tiempo ante el ordenador o forzar la vista: el blefaroespasmo también aparece cuando fijamos mucho la visión sobre una superficie, o cuando, por ejemplo, necesitamos el uso de lentes y prescindimos de ellas. 
  • El ojo se cansa y, lo más importante, se reseca. La falta de lubricación de la superficie ocular, se traduce en un incremento de actividad del párpado para intentar distribuir uniformemente la lágrima insuficiente o de mala calidad. Es algo muy característico y que nos puede suceder no sólo cuando pasamos muchas horas ante el portátil, sino cuando estamos con nuestro teléfono móvil. ¿Te ha pasado alguna vez? 
  • Consumo de cafeína y alcohol: ¿Soprendido/a? Seguramente no, teniendo en cuenta que tanto el café como el alcohol son activadores neuronales, nos sobreexcitan y nos someten a estados donde los nervios se tensan, y donde es frecuente que aparezcan los molestos blefaroespasmos. 
Algo que debemos tener en cuenta es que este temblor en alguno de los párpados no puede durar más de una semana. Si además percibes que lo tienes hinchado y no puedes abrir o cerrar los ojos, acude al oftalmólogo o a tu médico de cabecera. Puede ser un efecto secundario asociado a algún medicamento o algún problema neuronal.

¿Cómo podemos aliviar el temblor en el párpado?

Lo primero que debemos hacer es cerrar los ojos. Si tienes oportunidad, acude al baño y mójate la cara y los párpados manteniéndolos cerrados uno segundos. De ese modo, aliviamos la tensión facial.
No obstante, puesto que el blefaroespasmo es casi siempre síntoma del estrés, lo más adecuado es saber gestionar esos focos de presión que tenemos en el día a día.Procura dormir bien, evitar el consumo excesivo de cafeína, y sobre todo, mantén una buena lubricación del ojo.



Si por tu trabajo, tienes que pasar muchas horas ante dispositivos electrónicos, no dudes en hacer uso de las lágrimas artificiales o los lubricantes ópticos. Si eres de esas personas que suele pasar también un tiempo considerable ante el móvil o en el ordenador, intenta parpadear más para que el ojo no se reseque.